Mataría monstruos por ti

Ha creado un monstruo, uno verde y amarillo.

Es grande y tiene ojos transparentes durante el día y son de espejo cuando se va la luz.

Dice que lo creó una noche amarga que escucho llorar a sus padres y no puede ni quiere recordar más. Hasta hoy.

Ese monstruo verde desde hace algunos años se le aparece cuando menos lo espera, sin permiso y cada vez más maleducado y cabrón. La noche se le ha quedado corta y no se conforma con despertarla a media noche o asustarla cuando quería ir a hacer pipí… atrás quedaron las veces que se hacía pipí en la cama por el miedo al monstruo, aunque sus padres nunca supieron el motivo y creían que eran otros.

Hubo un tiempo que el monstruo no la molestaba, incluso le hacía gracia encontrárselo por la casa, abrir los ojos bajo las mantas y ver que la observaba tras las cortinas o que la seguía con sigilo. Era su secreto, ese que se escondía tras “su” monstruo. Pensaba que lo estaba adiestrando, que le enseñaba a esconderse y no veía que en realidad si no quería ver que nadie lo podia ver es que tal vez tampoco ella estaba convencida de querer verlo o tal vez empezaba a ver lo que vendría después.

Un tiempo que dice que él sonreía y que acostaba a su lado intentando no despertarla y que siempre había desaparecido cuando abría los ojos.

Algunas noches la llevaba a las estrellas, viajaba de su mano o subida a él. Pasaba miedo y vértigo pero cerraba los ojos y luego a pesar de temblar hacía ver que los había tenido abiertos y que había visto paisajes increíbles.

Se disfrazaba para buscar excusas que la hicieran reír. Disney y los malditos payasos daban cobijo a sus manipulaciones… le gritaba por favor pero nadie escuchaba la voz y el monstruo, socarrón no decía nada, se burlaba y le susurraba “no volverás a tener sueños donde dejes de verme” y ella se lo creía. Cómo no hacerlo, imposible no hacerlo.

Dormir se hacía cada vez más imposible, los sueños se rompían de golpe, los sueños se convertían en pesadillas de una vida sin dormir, de sueños rotos donde no quería ir con él ni estar con él pero él hacía oídos sordos y se imponía. Cada noche se hacía más grande y más verde y más verde hasta hacerse negro.

Y a más negro más miedo, más dientes y ojos más profundos cristalinos, donde se veía reflejaba y veía como hacía de tripas corazón. Ya no la abrazaba por la noche para darle calor y podía sentir el frío de su aliento.

Y la ya menos niña empezó a creer que sería siempre así. Llegaron momentos donde sin verlo temblaba y lloraba. Lo creía ver delante suyo mirándola escondido y detrás intentando que ella no se diera cuenta, haciendo putadas para que las cosas no le salieran bien. 

Empezó a aguantarse las lágrimas y hablar bajito para que él no la pudiera escuchar y robara la poca ilusión que dice le quedaba. Pasó de viajar por la estrellas a sentirse estrellada, a vivir en un lugar oscuro donde los rayos del sol muchos días no llegan porque él es ya tan grande que lo tapa todo.

Ahora sale poco o no sale. Así nadie verá las marcas en su cuerpo. Lo que antes eran besitos del “Verde” ahora son marcas y cicatrices de mordeduras. Avisos las llama él, solo para que recuerde que debe pensar en él.

A pesar de los años y de haberle puesto muchos apodos, algunos cariñosos y tiernos, ahora sólo puede nombrarlo como Monstruo. Es lo que es y ahora ya sabe quién está detrás. Ahora sabe quien detrás de ese Monstruo pero decidió no decir nada, porque creía que no había nada que decir, que no cumplirá los 20 y que no hay sitio para ella en este “mundo de monstruos”.

Hoy me ha presentado al Monstruo y entiendo que le tenga tanto miedo. Lo he sentido yo también. Escucharla me ha permitido verlo yo también…

– Lo ves? -me ha preguntado

– Si, lo veo.

– Entonces estás también en mi mundo.

– En tu mundo sí, pero la parte del mundo donde yo estoy él no tiene cabida. No puede estar aquí.

– Puedo yo estar ahí, hay sitio para mí?

– Sí claro. Tienes todo el sitio del mundo.

– Seguirá el monstruo ahí?

– Posiblemente sí y deberás aceptar que el monstruo un día te hizo daño pero aprenderás a ponerle límites y que no pueda volver a hacerlo.

– Y si es demasiado difícil para mí y no soy capaz de hacerlo bien?

– Escuchándote pienso que lo más difícil ya lo has vivido.

No se lo he dicho pero al final de la sesión en mi cabeza resonaba una frase… y mataría monstruos por ti.

Jorge Juan García Insua 

Publicado por Jorge Juan García Insua

Nací y me siento especialmente unido a Badalona y a su mar, tal vez por el origen gallego materno. Soy el mediano de tres hermanos y tuve en mi padre el mejor modelo de vivir según tus valores, el valor de las cosas y el sentido de sacrificarte por aquello que realmente es importante. Amante del deporte, inquieto, intenso, apasionado, observador, con vocación de servicio, con fuerte conciencia social, receptivo, emotivo y me llena ayudar a los demás de forma desinteresada. Mi vida ha estado marcada por dos experiencias médicas... Un déficit de una proteína relacionada con la coagulación y tres trombosis cuando aún no había llegado a mi mayoría de edad me obligaron a afrontar e intentar superar situaciones poco habituales para un todavía adolescente, así como aceptar aspectos que me acompañaran el resto de mi vida. Ya superados los 30 me detectaron una Hepatitis C crónica grave que me hizo replantearme mi vida y lo que realmente era importante, cinco años de desgaste físico y emocional donde recorrí un camino de miedos y frustraciones acompañado de tratamientos y efectos secundarios. Superado todo quise devolver una pequeña parte de lo mucho que había recibido a los demás, y encontré la forma en aquello que me apasiona... las personas. Psicólogo de formación por la Universitat de Barcelona, Máster en Dirección de Recursos Humanos por Les Heures (UB), Técnico Superior de PRL, Máster en Liderazgo, Inteligencia Emocional y Coaching por EAE Business School, Coach certificado por ICF y actualmente realizando un Máster en Psicología Clínica y de la Salut mientras realizo estudios superiores como padre de mellizos, que son mi principal fuente de aprendizaje. Mi experiencia vital y mi pasión por la personas y por acompañarlas en la superación de situaciones, problemas y dificultades me ha llevado a estar siempre ligado a la psicoterapia, al voluntariado y a la consultoría organizacional en empresas de todo tipo con especial interés al desarrollo de personas. Actualmente atiendo como Psicólogo y Coach en Consulta Privada en Badalona (y On Line para cualquier punto del planeta), al tiempo que trabajo como Director Técnico para Residencias y Psicólogo para la Fundació Nen Déu. Mi propósito es acompañar desde mi formación y experiencia de más de 20 años en Psicología y Coaching a personas a enfrentar y solucionar sus problemas, a descubrir y trabajar esas limitaciones que impiden seguir el camino que consideran adecuado y alcanzar los objetivos personales y profesionales que se propongan. Especialmente a aquellas que como yo luchan con enfermedades o con sus efectos y secuelas, así como asesorar y acompañar a familiares y su entorno en la gestión de emociones, sentimientos y miedos. Si quieres saber más de mi... sólo has de leerme o visitar mi perfil en Instagran, Facebook o LinkedIn. Bienvenid@s a mi camino. Jorge

Deja un comentario