Llego a estos días de fin de todo y otro año más no tengo la sensación de acabar nada, y este año mucho menos, pero sí de continuar, de seguir, sin saber muy bien hacia dónde ni tener muy claro el final (si es que lo hay) pero teniendo muy claro los siguientes pasos. Y es un lujo.
Me he despedido de muchas cosas este año, algunas incluso con mucho dolor, pero tras cada despedida ha sucedido algo que enlazaba y me llevaba por nuevos caminos, reforzando lazos y sin saber muy bien cómo acercándome a quién soy y a quién quiero ser.
Una persona que me conoce desde hace mucho y que ha sabido de mi periplo por este 2021 me decía que tengo alma de funambulista, que me he pasado todo el año en una línea muy fina y además sin red… y que como me suele suceder he llegado al final con algunas cicatrices y con la serenidad y tranquilidad que “son marca de la casa”.
Tal vez sea una metáfora muy acertada y sin el alambre mi vida hubiera sido distinta y caminar sobre él es la mejor forma de acompañar a otros a atravesarlo. El riesgo de este alambre no está buscado, no lo pretendo ni disfruto de él pero sentirme ahí es la forma más absoluta de conectar conmigo mismo y cuando estoy ahí arriba no pienso en quien me mira desde abajo, llegar al otro lado depende única y exclusivamente de mi, de poner toda mi atención y mis sentidos y sabiendo que nunca llego al otro lado siendo el mismo.
Alguna cicatriz de las que duelen me llevo… no creáis, pero he aprendido con los años que enseñarlas enseñan y que incluso te hacen más interesante.
A estas alturas he aceptado que tiene razón y dónde mejor me muevo es en la incerteza, en el no saber con seguridad, en dejar que las cosas vayan sucediendo y mantener los ojos y los brazos abiertos. Me siento más cómodo en el dar que en el recibir, en el estar, en la confianza, en el silencio, en el abrazo y estoy orgulloso que en lugar de ser esto una losa quienes me quieren lo vean como una virtud.
Acepto que soy imperfecto y lo soy 365 días. Serlo me mantiene observador y curioso, me empuja hacia quien quiero ser, me aleja de la vergüenza de querer aparentar, del rumor, del chisme y del victimismo de culpar a otros por lo que no soy todavía capaz de cambiar por mi mismo.
Así quiero acabar este año y así quiero empezar el siguiente. Sin expectativas pero sobre todo sin limitaciones ni prejuicios. Abierto a lo que me llegue e intentando disfrutar de cada momento, creciendo personal y profesionalmente y estando para todos aquellos que quieren que esté. Fiel a mi compromiso a pesar de las dificultades y cicatrices… y con 365 nuevas oportunidades por delante.
Gracias a todos los que durante este año habéis compartido momentos conmigo y junto a mi. Me apetece nombraros a tod@s pero me aterra dejarme a alguien, no sería justo y me dolería. Si me leéis sabéis quienes sois. Me siento afortunado de haber estado, poco o mucho, ahí. Nada me gustaría más que seguir compartiendo camino, cariño y respeto durante el 2022.
Cuando la vida te regala personas tan extraordinarias nos extrañamos y tal vez es todo mucho más sencillo, simplemente nos las merecemos… y con esa sensación quiero poner punto (y seguido) a este año.
Suelta, agradece, entrégate y continúa tu camino. Te acompañaré desde el mío y quién sabe si alguno de esos futuros pasos inspirarán una publicación en este blog.

Feliz 2022!
Jorge Juan García Insua
“No todas las tormentas vienen a desordenar tu vida, algunas vienen a limpiar tu camino” -El Principito
Feliz año 2022 para ti también Jorge, eres de lo mejorcito que me llevo de este año, gran persona, gran corazón, único. Qué por muchos años puedas acompañarme y nos veamos crecer como personas. Un beso❤️
Me gustaLe gusta a 1 persona
Nadie es perfecto, pero imagino que como todos hemos tenido nuestros baches. Nuestros altos y nuestros bajos. Es de lo que se trata ir subiendo y apartando asperezas. Pero lo importante para mí, qué veo es aprender a sentirse cómodo con lo bueno que tenemos y lo malo. Sé que en estas épocas no saber si lo haces bien, o si vas en la dirección correcta o si esto vale para algo … nos tiene con incerteza pero aquí has dicho algo muy bueno, y es que te gusta centrarte en lo que te hace feliz y eso es quizá, lo que nos mantiene en el centro sin tener en cuenta de quien nos mira. Es algo que deberíamos aprender todos.
Gracias por estar en mi vida. De una manera internauta, pero de manera en que podemos leernos para aprender el uno del otro. Al menos yo de ti. Me cuesta mucho, lo reconozco, cometo mismo fallos, y me alejo. FELIZ AÑO PESE A TODO. POR MUCHOS AÑOS MÁS.
Me gustaLe gusta a 1 persona