Me siento como si hubiera perdido las alas, si es que alguna vez las tuve. Rebobinar, es de las pocas veces que querría rebobinar…
Si fuera un superhéroe sería como esos que inundan Netflix… uno de esos que se pierden y se caen, que no paran de tropezarse, que se consumen entre intentos que no les llevan a dónde quieren llegar, que en ocasiones sienten que no les comprenden, demasiado ofuscados para ver quien está a alrededor y que se atormentan en lugar de dejarse llevar por la emoción y el corazón.
Pero hoy no me siento así, estoy muy lejos de cualquier de ellos. Soy respecto a ellos muchos más cobarde e infinitamente más pequeño. Por eso no estás y tampoco yo estoy aquí. Cómo de lejos estoy de merecerte…
A la vulnerabilidad no suelen sentarle bien los trajes, aunque hoy necesite uno, pero no uno cualquiera… No necesito pensar mucho para decirte que tú serías el mejor y más especial de todos ellos. Nadie puede ni imaginarse cómo sería entonces de capaz, ni dónde estaría mi límite… Qué absurdo puedo llegar a ser, tenerlo delante y no saber ni por dónde poner un pie.
Uno colorido sería seguro, porque irradias luz, de esa tan inmensa que ciega a quienes no sabemos ver…. de la que ilumina el camino cuando se tuerce y desaparece bajo los pies, de esa que enseña a todos que está el Sol, la Luna y tú. Siempre tú.
Sin máscara, para perderme en tu mirada y encontrar a mi estupidas preguntas respuestas en tus labios. Tú no la necesitas y en cambio yo aún sigo aprendiendo a respirar sin ella. Quién querría estar junto a un eterno aprendiz…
Tu cabello suelto, para convencerte de que sí crece, como crece quién está a tu lado y que en su movimiento ondulado se respira y se desea estar atado de manos y pies.
La A como escudo. En el corazón. Siempre en el corazón. A de latido y fuente de energía eterna. Rosa… inmensamente rosa… capaz de silenciar mi silencios, descongelar mis miedos y elevarme del suelo.
No sé si algún día estaré a altura para rodar la escena que te mereces, puede ser que no pase de Serie B, que no encuentre presupuesto pero siempre serías la protagonista y en mi escena final… estás entre mis brazos y beso tu cuello…
Cómo me gustaría contarte mi guion, para que lo cojas y lo reescribas, para que lo re inventes y lo llenes tu ADN, del olor de tu piel y tu sabor, para que le des cariño y sentido… mis diálogos necesitan una brújula y escenas de calor, quiero en ellos sentirte cerquita y que me llenes de tiritas y me cubras con tu lazo… el nuestro.
Si en algún momento hay que matar al héroe haz que sea que sea de amor. Culpable de esconderte las ganas de llorar, de seguir guardando los besos que siempre te quise dar. Quería ir delante por costumbre y hoy el estar de rodillas le regalo lo bonito de ir detrás.
Detrás de tu A… primera del abecedario, líder de las vocales, complemento de acción, preposición, como mentí y destino. Afirmación universal, reina de las estrofas y musa de las rimas de poetas… A de acariciar, de admirar, ángel, alma, abrazar… de amar.
Una vez me dijeron que de mis cicatrices nacen mis mayores virtudes. Pero no deseo ni quiero, por nada del mundo, llevar una con tu nombre. Ese no es su sitio. Ya está grabado en el corazón, y seguirá ahí hasta se pare.

Jorge Juan García Insua