En el mundo existen personas emocionalmente intensas. Este fin de semana me han dicho que yo lo soy. Reconozco que no es una novedad, no es la primera vez que me lo dicen ni que yo lo digo. Pero esta vez ha sido distinto.
Tal vez porque quien lo escucha es distinto, porque estoy en un momento distinto o porque quién me lo ha dicho tiene el «poder» de hacérmelo retumbar y remover. Me ha tirado un guante y claro, yo lo he recogido.
…
«Lo que sucede Jorge es que tú eres intenso para todo. Si lo ves claro, si lo sientes como tú dices te vuelcas y vas hacia ello pase lo que pase. Si lo sientes no tienes medida. Arrastras y podrías estar así toda la vida si te mantienes motivado y sientes que eso es lo que quieres… y que te quieren. Pero ayyyyy si no es así…
Si no es así y te vacías y sientes que ya no te queda nada, que lo has dado todo, si crees que ese ya no es tu sitio, que no tienes nada que dar o peor… que no lo darás bien…o que no te lo dan bien. Lo niegas, te lo niegas y es natural que sea así. Dejarás de sentirte libre para ser, ofrecerte, crecer y probar y sentirás la necesidad de convertirte en otra cosa… en eso que tantas veces hablas cuando escribes, en mariposa. Y entonces ese tío super volcado se vuelve gusano por necesidad. Se convierte en lo más práctico que te puedas encontrar, hasta distante puedes parece si no se te conoce.
Capaz de dar un paso atrás o lado, desaparecer, reconocerse, reinventarse… porque ese gusano para salir de donde se ha metido necesita volver a soñar, a enamorarte de algo, de alguien y volver a ir a por todas. Eres un romántico empedernido (y muy piscis) como también dices, para lo bueno y para lo malo. Puedes estar así el tiempo que consideres, sin querer dar un paso en falso. Esperas el momento, tu momento. Y cuando sientes que es, que ese y lo sabes sin dudas, te muestras tal cual eres. Dispuesto a dar, a querer y dejarse querer. Y cuando quieres solo sabes querer… como dices tú… bonito. Sin fisuras. Llevas la fidelidad y el compromiso grabado a piel, ese que has visto en lo que antes que tú te lo enseñaron y veneras en tu padre, en tu tío como he leído o en aquellas personas anónimas para todos menos para ti y que te inspiran. Sobre las que tanto escribes. Te ves a través de ellas.
Tan prudente como explorador, imaginativo, emocional, confiable, sensitivo, dulce, empático, compasivo, amable, débil por fuera y tan tan tan fuerte por dentro… pero al mismo tiempo tienes un lado misterioso, miedoso, tímido, cambiante, introvertido, rebelde, disperso y que necesita a ratitos meterse en su mundo interior… que se sigue callando demasiadas cosas. Menos. Cierto, muchas menos. Ya no por miedo, o al menos cada vez menos porque son muchos menos tus miedos, sino porque necesitas sentirte y entenderte antes de expresarlas y dar un paso. Cada vez más conocedor de su equilibrio, de la importancia de tus pasos y de qué quieres ver reflejado en ti mismo. En lo bueno y en lo malo.
Tal vez te cansaste de ser gusano y quieres ser feliz con la mariposa que ahora eres. Por cierto, ya sabes qué tipo de mariposa quieres ser y con quién quieres ser?
Y ahora si te atreves lo publicas»
…
Lógicamente sabías que lo haría. No me atrevo a opinar. También me has dicho que a menudo personas así son difíciles de entender para muchas otras personas.
Tal vez sea otra razón de peso para publicarlo… de mariposa a mariposa.

Jorge Juan García Insua