Para que lo sepas te diré que lo vales todo.
Lo vales todo. Tú lo vales. Lo que puedo imaginar y lo que nunca llegaré a soñar. Para que lo supieras te dije que quería un contigo.
Aunque fuera un solo segundo un contigo era apretar el lazo un poquito más, era un poquito hacer más eterno lo que nada es para siempre. Tienes el don de la presencia incluso cuando no hablas no me escribes o no quieres estar. No te había conocido y te dedicaba frases en silencio, tan infantil que sin enviarlas esperaba que te llegaran y que mis musas no lo supieran, que ni se enteraran… Pues de saber tu nombre me odiarían por no tener el valor. Tú, yo, ellas o los dos.
Y no lo entenderían. No entenderían que no sepa explicar como estar contigo a pecho descubierto es todo y nada y no va más. No entenderían que cada mirada es un sentir y que mirarte es sentir miedo a perderte mientras aquí me quedo, temblando… esforzándome en retenerte, grabarte para no arrepentirme si mi memoria se olvida y se me olvida el momento.
Yo todavía me arrepiento de no dedicarte aquellas palabras. Aquellas y las siguientes. Lo intenté, no puedes imaginarte cómo y cuánto y quise tantas tantas tantas tantas veces que perdí la cuenta. Estar contigo es… era… será…
Estar contigo sin buscarte y dándome cuenta de haberte encontrado. A veces cerrar los ojos y desear que me alcances, otras soñar que te espero llegar. Ay los sueños… Saber que me lees y revives los sueños, esos que recreo cada noche y donde lo hacemos juntos… de la mano, mano con mano, entre manos… sin manos. Sintiendo lo que siento y entendiendo cada palabra que escribo.
Yo? Quería y quiero estar contigo. Sin un adiós, un aquí estaré o un para ti… Estar antes de que te vayas, te alejes y no quede nada y no va más porque mis Musas te descubran. Me siento extraño y escribo sin sentido sabiendo que si desapareces mi inspiración me abandonará en señal de protesta. No la inspiración de escribir, esa te pertenece, hablo de la de respirar, de esa que si falta faltaré. Faltarás.
Sabes?
Me quedaré sin hablar antes de perderte para siempre. Me niego a sentirlo y a aceptar que si sucede sea para un hasta siempre. Silencio, me haré silencio, seré silencio para acordar y recordarme de ti y de cómo tu tacto me hacía feliz.
Me niego a bajar la cabeza, a dejar de vivir… a no sentirme de ti. Quererte crece con la edad, los años todavía me hacen hervir la sangre y no quiero perder trozos del pasado de cuando tu sonrisa me hizo feliz.
Un contigo aunque me haga más mayor y sea el último sobre la faz de la tierra que todavía hable y escriba de amor. Aunque ya nadie me lea y entienda que nada de lo que dejo me hará inmortal.
Tal vez se trata de eso, de que lo sepas tú, de que sientas que me fui sin dejar de sentir por ti. Y todo eso el año que empieza y soñaba estar contigo, todo eso el año que justo empieza y ya me ha enseñado que se puede tener miedo y amar y que no existe una mejor versión de mí de la que vivió un contigo.
Jorge Juan García Insua