
«-¿Por qué soy tan diferente a ellos?
– El Sol de la Tierra es más joven y brillante que el de Krypton. Tus células han absorbido su radiación, fortaleciendo tus músculos, piel, sentidos… La gravedad de la Tierra es menor y, en cambio, su atmósfera más rica. Aquí te has hecho más fuerte de lo que jamás habría imaginado. La única manera de saber cuánto es poner prueba a tus límites.
Darás a los habitantes de la Tierra un ideal por el que luchar, intentarán seguirte. Tropezarán. Caerán. Pero con el tiempo… se unirá a tí en el Sol, Kal. Con el tiempo… les ayudarás a lograr grandes proezas» (*)
Siempre tengo la duda de si mis hijos entienden lo que para mí es importante y me esfuerzo en enseñarles que por encima de todo si hay algo que quiero inculcarles son valores. Esta mañana J quería ver Superman conmigo, absorto y con los ojos como platos miraba metido en el papel de superhéroe y tras esa secuencia me ha dicho…
– Papá tú eres mi Superman! -me dicho cogiéndome la mano… Ayudas a los demás y haces cosas para ver tus límites… Sólo te falta volar, aunque si te pones una capa…
Y se me ha encogido el corazón… y le he apretado la mano con la emoción desbordada por mis dedos.
– Te quiero mucho superpapá! -me ha susurrado mientras se acomodaba en mi regazo y yo con los ojos mojados incapaz de mover un músculo.
Y viendo a Superman descubrirse en su primer vuelo hemos volado con él, no ha hecho falta decir nada. Sobraban las preguntas y mirándonos teníamos todas las respuestas. P se ha acercado, se ha tumbado a mi lado, me ha dado un beso y nos hemos quedado en silencio viendo la película.
A Superman no le interesa la fama ni el reconocimiento. Promueve sentimientos como la compasión, la nobleza, la bondad, la amabilidad, el desinterés traducido en ayudar a los otros, la diferencia entre el bien y el mal y sobre todo, que no hace falta ponerse un traje de superhéroe para tener el poder de ayudar y cambiar situaciones que parecen ante algunos ojos imposibles.
Los padres de Superman creían que su mundo, Kripton, había perdido la posibilidad de elegir qué ser, los niños nacían predeterminados a ejercer un rol… y si un niño aspiraba a algo más? Y si cada niño es diferente y único? Superman encarna esa creencia, el sacrificio de sus padres es fruto del amor por su hijo, qué padres no se sacrificaría hasta el final por darle una oportunidad? Esa es su esperanza, eso significa el símbolo que lleva en el pecho. Esperanza en el potencial de cada uno para ser alguien mejor al servicio de los demás. Eso es lo que el padre de Superman le explica para hacerle entender quién es y lo que puede ofrecer a los habitantes de la Tierra.

No sé a lo que se dedicarán mi hijos cuando crezcan pero sí espero que sean dueños de su vida, que sean tan diferentes como deseen, que respeten a los demás por encima de todo, que sean cabezotas y se esfuercen por lo que quieran de verdad, que se rían mucho de sí mismos y nunca de los demás, que sepan pedir perdón y aprender de sus errores, que asuman riesgos, que no den importancia a lo físico y sí a lo que hay debajo, que el camino a veces tiene curvas y que todas ellas tienen algo que enseñarles si son humildes para aprender, que el mundo está lleno de ángeles, que sean apasionados e intensos en el amor, que se arriesguen y que la vida a veces no es justa pero ellos… ellos siempre serán maravillosos.. y mi fuente inagotable de fuerza.
Superman se oculta al mundo por miedo y con el tiempo y la guía de su padre aprende a aceptar la responsabilidad que se le dio, y haciéndolo comienza un ejercicio de autodesarrollo, crecimiento y aceptación propia…. J no estaba equivocado, tengo mucho que aprender de él… y de Superman.
La primera película que ví en un cine fue Superman II, me llevó mi padre y mi abuela… me cautivó y marcó como no podía imaginar. Aquella tarde aquel niño soñó con lo que parecía imposibles, pero su inocencia le hizo pensar que para volar necesitaba una capa. Aún recuerdo aquella tarde en el Cine de Paseo La Salut… Desde entonces es un personaje que por muchos motivos ha ido apareciendo y ligándose a momentos de mi vida, muchas personas importantes para mí me lo han ido recordando… hoy ha vuelto a suceder, ya sin capa y tengo la sensación de que lo ha hecho para cerrar un círculo.
J me ha pedido que para el próximo Carnaval nos disfracemos de superhéroes. Él será Spiderman, P Batman y yo… quiere que yo sea Superman…
Y esa ha sido mi promesa. El camino me pone una capa por delante… tal vez sea el momento de volvérmela a poner…
Jorge Juan García Insua
(*) El hombre de acero (2013). Zack Snyder.