En aquella sesión de hace unos días ella me confesó tener miedo a lluvia. Hasta aquel instante no lo sabía, no lo había compartido ni podía presuponerlo. Habíamos comenzado tan solo unos minutos antes de que el sonido de las gotas cayendo con rabia contra el edificio y los truenos resonara en la consulta. SeSigue leyendo «Cuando llueve hacia adentro»